Descubrí que actuar es estar más que nunca en uno mismo.
Descubrí que las palabras eran un camino para sentirse muy libre y muy personal.
Descubrí que la música se podía bailar sin forma.
Nos reímos de todo lo que da risa de la vida.
Me quedó grabado el día que, charlando con Nora sobre mis dudas con respecto a mi proceso en el trabajo, ella me sugirió que meta la cabeza en un balde con agua.
Sentí vergüenza muchas veces y fue muy bueno sentirla.
Sentí euforia, entusiasmo, tanto que no me entraba en el cuerpo.
Las clases eran el día más esperado de la semana.
Gracias a las clases encontré la actividad a la que me dedico.
Nora decía que con el paso del tiempo uno se iba permitiendo más probar, sin que las pruebas fuesen algo tan definitivo sobre uno mismo.
Nora es una persona enormemente viva.
Testimonios de alumnos que recopiló Lucía Panno para “Maestras”, ciclo de entrevistas a las grandes del teatro (Centro Cultural Rector Ricardo Rojas / Mayo de 2018).